sábado, 23 de mayo de 2009

El mundo al revés



Una de las primeras verdades absolutas que aprendemos cuando empezamos en la escuela, dejando a un lado que nuestra mamá nos mima, que la b con la a, baaaa, o que las niñas no tienen pilila, es que Europa está en el norte y África en el sur. Hasta ahí todo claro, ¿no? Pero... ¿no te has planteado nunca porqué siendo la Tierra una esfera que flota en el espacio, su representación en los mapamundis es la que te enseñaron, con Europa centrada y en la parte superior? Yo es que es levantarme y no pienso en otra cosa... Un sinvivir. 

La entrada de hoy es una evidencia más de cómo en la mayoría de las ocasiones, los conceptos más básicos en los que se fundamenta nuestra visión de lo que nos rodea, no suelen ser ni mucho menos verdades absolutas, sino más bien auténticas herencias no replanteadas. Parecido a lo de que el rey es super campechano, pa que me entiendas...



De hecho, vengo a contaros cómo los parámetros que estructuran al clásico mapamundi son arbitrarios, únicamente justificados por la posición geográfica e histórica de los que primero lo dibujaron. 


Fue el astrónomo egipcio Ptolomeo (90-168 AD) el que al parecer dibujó el primer planisferio, y lo diseñó con las posiciones a las que hoy estamos acostumbrados, a todas luces influido por las cartas de navegación, ya que en aquel entonces, los lugares más explorados del planeta, en los que se manejaba el cotarro, estaban situados en el hemisferio norte, y de volcarlos en un plano para su estudio y manejo, parece obvio que resultaba más práctico situarlos en el centro y arriba. Y así hasta la fecha.


Pero, ¿te has parado a pensar qué piensan de todo ésto los ciudadanos de, por ejemplo, Kamchatka? (región que sólo conocerás si has jugado al risk o has visto la peli de Piñeyro). ¿Y los neozelandeses? ¿Crees que ha influido esta representación en nuestra concepción del mundo y en las desigualdades entre ambos hemisferios? He leído que en Australia, Chile o Japón abundan los mapas que les situan en el centro y arriba, ¿cómo se vivirá allí el mapamundi que legó Ptolomeo? ¿quién mató a Laura Palmer? ¿Ganará el Barça la Champions? 


En estos mapas, la mayoría de los alabinbonbaneros casi ni salimos... 
Enhorabuena, ya sabes cómo se siente un singapurés un singapureño uno de Singapur


Y en éste, Chile tratando de chupar cámara:


Es tal la influencia del clásico mapa en nuestra conceptualización del mundo, que la Blue Marble, la primera foto de la Tierra, tomada desde el espacio exterior, en donde obviamente no son aplicables conceptos como el norte y el sur, fue publicada al revés de como originalmente había sido tomada, para que el norte quedara en la parte superior. 


Blue Marble original (suena a slogan de vaqueros)

¿Sabes que, además, los mapamundi que utilizamos habitualmente, son absolutamente incorrectos en lo que a proporciones de los continentes se refiere? La representación que manejamos y que nos enseñaron en EGB, es la llamada Proyección de Mercator, una visión eurocentrista y colonialista del mundo, que data de 1569, y que fue sustituida, sin mucho éxito, por la representación proporcional de Peters que ves abajo y que aunque mucho más fiel a la realidad, seguro te resultará demasiado alargada. Pero éso ya lo comentamos otro día...



“La línea del ecuador no atraviesa por la mitad el mapamundi que aprendimos en la escuela. Hace más de medio siglo, el investigador alemán Arno Peters advirtió esto que todos habían mirado pero nadie había visto: el rey de la geografía estaba desnudo.

El mapamundi que nos enseñaron otorga dos tercios al norte y un tercio al sur. Europa es, en el mapa, más extensa que América Latina, aunque en realidad América Latina duplica la superficie de Europa. La India parece más pequeña que Escandinavia, aunque es tres veces mayor. Estados Unidos y Canadá ocupan, en el mapa, más espacio que África, y en la realidad apenas llegan a las dos terceras partes del territorio africano.

El mapa miente. La geografía tradicional roba el espacio, como la economía imperial roba la riqueza, la historia oficial roba la memoria y la cultura formal roba la palabra.”

Eduardo Galeano en Patas Arriba. La escuela del mundo al revés.



1 comentario:

El mejor profeta del futuro es el pasado dijo...

Muy bueno el post ;) deseducación ya!!!